De nuevo al Xalo.

Queda menos de un mes para ir a los Lagos, y ahi que ir afinando la puesta a punto. Este fin de semana ha sido perfecto para salir con la bici por las mañanas, sin riesgo de lluvias y con poco viento. Este fin de semana he estado un poco explorador, y he conocido nuevas carreteras y nuevas rutas. Ayer subí de nuevo al monte Xalo, pero desde una nueva vertiente, esta vez subí desde Celas de Peiro y no desde la Vinxeira como lo hacia antes. Esta nueva vertiente creo que es un poco más dura, pero muy bonita a la vez, pues tiene rampas durísimas desde el mismo pueblo. Una vez coronado el Xalo, atravesaba terreno desconocido para mi. Al final baje hasta Meirama, y desde allí hasta Cerceda, atravesé el pueblo y cogí un desvio hasta la Laracha, pues tenia en mente coger la carretera que me llevara a Caión y volver por la costa. Este tramo desde la Laracha, lo había hecho una solo vez con Nacho y me parecio durísimo. Ayer no me lo parecio tanto, y es que el día que salí con Nacho venia ya medio apajarao jeje. Llegando a Caión aparece por sorpresa un desvio que va hasta el Outeiro de Caión, lo cogo y ya desde aqui voy por la carretera de la costa, hasta llegar a casa. Es curioso, pero por pueblo que pasas siempre ahi un cartel que pone Outeiro, y siempre es lo mismo, carretera estrecha y porcentajes de escándalo, de echo en el de Caión ahi un tramo con hormigón rayado.

ARENBERG.

Bosque de Arenberg, Trouée d´Arenberg. 2.400 m de adoquín, a 100 km de meta, donde no ganas la carrera, pero si la puedes perder.
Según Pedro Horrillo, que este año por desgraciados motivos se pierde la prueba comentaba que: "En el bosque, el adoquín está hecho trizas. Las ruedas patinan porque las piedras, muy separadas entre sí, conservan una capa de humedad; es el rocío que cae de las ramas de los árboles lo que mantiene la carretera en la umbría. Si te paras no encuentras luego dónde agarrarte para relanzarte, es como una pista de hielo·"
El video es de la carrera del 2007.

ROAD TO ROUBAIX

11 de Abril de 2010, Paris Roubaix.
260 km de lucha contra el adoquín y de batalla cuerpo a cuerpo contra el resto de corredores.

Peter Van Petegem que de esta carrera sabía un rato lo tiene claro: " Te tienen que gustar los adoquines. Es lo más importante".

HERMANOS GARCÍA NAVEIRA

Cuando me vine a Galicia el verano pasado, ya conocía de antemano unas cuantas localidades de esta Comunidad, La Coruña, Vigo, Lugo, A Guardia, Viveiro, Santiago, Bares, Finisterre etc, fruto de las vacaciones que pase aquí con mis padres y de recorrer el Camino de Santiago. Sin embargo había una localidad que nunca había visitado y de la que no se porqué sólo sabía que en ella había nacido Paco Buyo, portero del Real Madrid en los 80 y 90, me estoy refiriendo a Betanzos. En esta localidad coruñesa, se esconde una historia curiosa, la de los hermanos García Naveira. Los hermanos, Juan y Jesús, se embarcan y emigran a América, como otros muchos compatriotas allá en el siglo XIX. Todos buscaban hacer fortuna en el continente Americano, pero la gran mayoria volvía igual o más pobre que como había marchado. No fue el caso de los Naveira, que consiguieron reunir una fortuna en Argentina. Con el dinero conseguido deciden regresar a Betanzos e invertir parte del dinero en obras benéficas y filantrópicas, como asilos, escuelas, lavaderos públicos y lo que más llamó mi atención, el parque enciclopédico. Un parque donde Juan Naveira intentó mostrar los lugares y maravillas que se encontró en sus viajes. Hoy en día sólo se conserva una novena parte del original, donde se pueden ver grutas, estanques, estatuas, relieves, seres mitológicos, escenas históricas, etc. Paseando por el parque uno intenta imaginar como serían los momentos de esplendor del mismo, y lo que pensarian los habitantes de Betanzos por aquel entonces de las maravillas del mundo, que gracias a los hermanos Naveira podian conocer.

SILENCIO EN LA OBRA

Es una sensación extraña. La obra es un medio hostil en cuanto a ruido se refiere. El paso continuado de camiones y dumpers, las perforadoras preparando las voladuras, las excavadoras cargando sin parar, las motoniveladoras allanando las pistas, el bulldozer "limpiando" el terreno... toda esta maquinaria en acción crea un nivel sonoro bastante elevado, que impide una comunicación verbal normal entre los trabajadores. Sin embargo esta semana ha sido rara, en la obra había silencio. El paso del temporal obligó al equipo del movimiento de tierras a quedarse en casa, tal y como estaba el terreno no podian circular de manera normal y fluida. Sin embargo el equipo de voladuras si que trabajó. Las perforadoras estuvieron apagadas pues los barrenos ya estaban echos. Sólo 5 personas en la obra. En estas circunstancias se percibían sonidos que antes era imposible, el viento azotando los pinos y los eucaliptos, la lluvia en los charcos y en el traje de aguas, el reloj del campanario del pueblo cercano...